Blog - Elmya Instalaciones

Tipos de almacenamiento de energía solar

Escrito por Elmya Instalaciones | May 4, 2023 8:42:24 AM

Dada la creciente inestabilidad de la situación en el mercado energético en los últimos años, cada vez son más las empresas que buscan optimizar su consumo y llevarlo a cabo de manera eficiente.


En este apartado, cobran gran relevancia las energías renovables, y especialmente la energía solar. Esta energía procede de los rayos solares que son captados por paneles fotovoltaicos para su posterior conversión en energía eléctrica.

Además, la energía solar está siendo utilizada cada vez en mayor medida en todo el mundo, ya que, gracias a los avances tecnológicos, se ha mejorado la capacidad de producción energética y de almacenaje de esta. Por tanto, este tipo de energía se ha convertido en muchos casos en un perfecto sustitutivo a las fuentes de energía
convencionales.

Desde Elmya Instalaciones, te traemos este artículo donde vamos a ver qué tipos de almacenamiento de energía solar existen, así como cuáles son sus ventajas e inconvenientes.

¿Qué es un sistema de almacenamiento de energía solar?

El almacenamiento de energía solar se lleva a cabo en lo que conocemos como sistema de baterías solares. Este, permite la captación y el almacenaje de la energía, gracias a celdas electroquímicas donde se produce la transformación de la energía radiada por el sol en energía eléctrica.


Estos sistemas también reciben el nombre de BESS (Battery Energy Storage System) y suponen un factor clave a la hora de aportar un suministro constante de energía ya que no siempre se dispone de la luz solar (como ocurre por ejemplo en días con condiciones climáticas adversas o durante la noche).

¿Cuáles son los tipos de almacenamiento de energía solar?

Estos son algunos de los tipos de almacenamiento de energía solar que podemos encontrar en el mercado actual dependiendo de la tecnología de la que están fabricadas:

  • Baterías de litio: este tipo de baterías destacan por su elevada vida útil y por la escasa repercusión que tendrá en su rendimiento la carga y descarga de las baterías. Esto, sumado al escaso mantenimiento que requieren favorece que este tipo de baterías obtengan una mayor autonomía. Además son muy ligeras lo que facilitan su transporte. Se usan comúnmente en instalaciones fotovoltaicas exigentes del sector industrial. Su tiempo de carga es más rápido que otros tipos de almacenamiento, sin embargo, estas baterías se configuran como una de las opciones más costosas en la actualidad.

  • Baterías de plomo-ácido: Estas baterías constan de seis compartimentos conectados en serie que están sumergidos en ácido sulfúrico. Son unos de los sistemas más antiguos, por lo que es más sencillo y económico instalarlos. Pero, tienen una vida útil más limitada y pueden requerir de un mayor mantenimiento. Este tipo de almacenamiento de energía se utiliza en instalaciones aisladas ya que obtienen un gran rendimiento a bajo coste. 

  • Baterías monoblock: este tipo de baterías son las más comunes en instalaciones con poca potencia (como en domicilios) donde su uso está más orientado hacia el autoconsumo. Son las más económicas, pero su ciclo de vida útil es menor porque también lo es su número de ciclos de descarga profunda.

  • Baterías estacionarias: su funcionamiento es muy similar a las anteriores, pero sus prestaciones son algo mejores, lo que las permiten ser utilizadas en instalaciones con consumo medio alto. Su principal característica es que se mantienen cargadas constantemente. Se componen de un regulador que alimenta el consumo y lleva a cabo la recarga de la batería cuando se descarga. Por lo que esto ocurre con muy poca frecuencia. Existen dos tipos de baterias estacionarias:
    • OPzV o baterías de electrolito absorbido: Las cuales no precisan de mantenimiento
    • OPzS y TOPzS o baterías de electrólito líquido: Las cuales hay que revisar periódicamente el nivel de ácido.
  • Baterías virtuales: siguiendo con las formas de almacenamiento poco convencionales, nos encontramos con las baterías virtuales. 
    Este nuevo concepto, nos permite almacenar el excedente de energía producido a cambio de una mensualidad e incluso aprovecharlo en otro punto de suministro que tengamos contratado (CUPS).
    Uno de sus principales puntos fuertes es que no requiere de espacio físico además de ser una opción muy económica.

  • Baterías GEL. Este tipo de baterías son comúnmente utilizadas en instalaciones pequeñas y medianas ya que son eficaces y compactas. Al estar selladas no requieren demasiado mantenimiento y no desprenden gases por lo que pueden ubicarse en zonas con poca ventilación. Se caracterizan por su larga vida útil con hasta 800 ciclos.

¿Qué beneficios traen consigo los sistemas de almacenamiento de energía solar?

Apostar por este tipo de fuentes de energía trae consigo innumerables beneficios, pero sin duda la principal ventaja que vamos a encontrar va a ser en términos de eficiencia energética.

Uno de los inconvenientes que puede aparecer a la hora de hacer uso de la energía solar es su inestabilidad. Gracias al almacenaje de esta, podremos obtener un diagrama de flujo energético constante y podremos disfrutar de todos los beneficios que supone apostar por las energías renovables.

Al hacer uso de estas, estamos favoreciendo al medioambiente y nuestra economía, ya que la energía obtenida a través de estos medios es más barata y si utilizamos este tipo de energía en momentos de alta demanda nos va a suponer un importante ahorro energético y, por consiguiente, económico.

Por otra parte, el tiempo de vida útil de estas baterías para almacenar energía es de unos 5 a 15 años y, los materiales que la componen pueden ser reutilizados.

 

En resumen, estos son algunos de los tipos de almacenamiento de energía solar que existen, y los beneficios que traen consigo. Si quieres conocer más consejos o consultarnos alguna duda, te invitamos a que contactes con nosotros, desde Elmya Instalaciones estaremos encantados de ayudarte con tu proyecto.